El Alzheimer no solo borra recuerdos, también transforma vidas. Lo viví de cerca con mi abuela, viendo cómo poco a poco olvidaba nombres, rostros y momentos que habían sido parte de su historia. Cada día era una batalla contra el olvido, contra la confusión, contra una enfermedad que avanza sin tregua. Pero también fue un viaje de amor, paciencia y aprendizaje.

Acompañarla en este proceso fue duro, desgarrador en muchos momentos, pero también me enseñó el valor de la compañía, de los pequeños gestos y de la importancia de sostener la mano de quien empieza a perderse en su propia mente. Su despedida el año pasado dejó un vacío inmenso, pero también una misión: crear un espacio donde nadie se sienta solo en este camino.

Así nació Cuidando Recuerdos. Un blog que no solo informa, sino que acompaña. Un lugar donde el Alzheimer no solo se entiende, sino que se vive desde la empatía. Aquí comparto mis experiencias, aprendizajes y consejos, con la esperanza de ayudar a quienes, como yo, han visto a un ser querido desvanecerse en su propia memoria.

Porque aunque los recuerdos se borren, el amor siempre queda. 💜